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Esta villa de principios del XX se ha transformado en una casa-galería de diseño manteniendo sus señas del pasado y mezclándose con planteamientos contemporáneos.

Cuando David Alhadeff entró por primera vez en el interior palaciego y lleno de luz de su nuevo hogar en el corazón de Hollywood, supo que había encontrado el sitio del próximo capítulo tanto para su galería de diseño, Future Perfect , como para su joven familia. "Siempre estamos interesados ​​en casas arquitectónicamente significativas", dice Alhadeff, "pero se trata menos de la arquitectura y más de cómo se siente una casa". Aunque se estableció en la ciudad de Nueva York en 2003, Future Perfect ha mostrado desde 2017 el trabajo de diseñadores y creadores en entornos residenciales en Nueva York, San Francisco y Los Ángeles. Ahora, por primera vez, Alhadeff está utilizando uno de los espacios de la galería como residencia de tiempo completo para su familia de tres.

Terminada en 1916 por un par de hermanos arquitectos de la ciudad, Arthur y Alfred Heineman, y construida por RE Fuller, un promotor prominente en los primeros años de Hollywood, esta casa un excelente ejemplo de la interacción entre lo histórico y lo contemporáneo. Obtuvo su apodo en 1925, Goldwyn House, cuando Samuel Goldwyn -de Paramount y Goldwyn Pictures-, lo que eventualmente se convertiría en MGM, se mudó con su segunda esposa. “Trabajamos mucho para que pareciera que no hicimos ningún trabajo en absoluto”, dice Alhadeff. “Lo desmantelamos, encontramos los elementos originales y les devolvimos la vida”.

El equipo de Future Perfect, dirigido por la directora de la galería Laura Young, trabajó con la firma Kamp Studios en molduras personalizadas en todas partes, mientras que Art Luna Studio remodeló los terrenos, devolviéndolos a su esplendor original del viejo Hollywood. El primer y segundo piso sirven como showroom; los invitados son recibidos en el vestíbulo por la lámpara escultórica de Dimoremilano que linda con el comedor abovedado y lleno de luz. La antigua sala de proyección donde Goldwyn presentó sus largometrajes es ahora un salón de mediados de siglo en tonos joya envuelto en terciopelo y coronado por un candelabro de ratán tejido a mano del artista Chris Wolston.

La renovación se planteó siete habitaciones, seis baños y un aseo, comedor con una despensa, un solárium, un rincón para desayunar, un patio para descansar, una casa de huéspedes junto a la piscina y una sala de estar al aire libre, además de un cuidadísimo jardín. "Esta casa realmente nos sorprendió", dice Young, "por lo general, luchamos contra este tipo de diseño tan tradicional. Aquí, lo hemos aceptado". La integración del espacio de exposición en armonía con los elementos arquitectónicos de la casa hace eco de la visión de Future Perfect para estos tiempos híbridos: una combinación de trabajo y vida hogareña. "El diseño es lo que conecta los puntos", dice Young.

La casa servirá no solo como la sede de Future Perfect en Los Ángeles, sino también como la residencia principal de Alhadeff y su esposo, Jason Duzansky, y su hijo recién adoptado, Leo. Tener una galería de diseño en una casa privada podría parecer extravagante antes de la pandemia, pero los últimos dos años le han dado a Alhadeff y a su equipo el tiempo y el espacio para realizar su visión única en sus propios términos.

En la Casa Goldwyn, como la llama cariñosamente el equipo, coexisten perfectamente distintos usos, como un lugar de reunión para diseñadores y espacio abierto al público, y una residencia privada para Alhadeff y su prole. Esta es una hazaña que puede ser posible solo en una ciudad como Los Ángeles, un lugar que se reinventa constantemente pero que conserva un equilibrio en su propio pasado histórico. "Esta es la primera ronda de la Casa Goldwyn", dice Alhadeff. "Apenas estamos comenzando". 

Vía: ELLE Decor US